Miedo y desolación en mi mirada. Amor y deseo en la tuya. Cómo corresponder a un amor que quiero y no soy capaz?. Boca de fresa que busca la mía, volcán en plena erupción que sin darme cuenta va fundiendo poco a poco este polo glaciar que soy yo.  

Camino por jardines colgantes tratando de empaparme de tí, de la belleza y su calidez. Suave caricia de los rayos del sol sobre mí piel que va despertando en mí un nuevo sentimiento, una pequeña llama. Hoy me reencuentro con este cuerpo perdido que durante tanto tiempo ha vagado inerte de vida, ausente, vacío de nada, de todo. Hoy me siento más que nunca. Nunca más volveré a ese frío y desértico abismo en el que he habitado tanto tiempo, hoy veo la luz de nuevo. ¡Por fin aquí!.