Errikarta Rodríguez - Ana Isabel muñoz
Paseo descalzo por un camino sin retorno, camino de soledad y ausencia, ausencia de ti, de tu cuerpo, poco a poco te fuiste escapando de mi ser. Espacio vacío en el que vivo tu ausencia, flores marchitas en mi alma. Muero deshecho por el desgarro en mi vientre, abrazo con fuerza el zarpazo de la soledad y lloro tu ausencia. Olas desnudas de espuma que jamás volverán.
Corazón herido de promesas rotas, que galopa sobre nuestra historia, escena de dolor que jamás volveré a vivir, corazón roto que arrastra el mar a una playa lejana, promesas desechadas que jamás nadie vivirá, adiós, ya no seré más tu sustento, tu alimento, ahora comienza un mundo nuevo, un nuevo aliciente, es mejor que te vayas.
Sol de la mañana que iluminas mi habitación, esperanza de pensamientos que pronto me invadirán, sentir el viento fresco para intentar, para lograr mi destino, futuro incierto que me permitiré vivir, sentir. Hoy miro tu fotografía y ya no siento nada, sentimiento vacío, carente de emoción, calor derramado por el suelo que nunca más sentiré, aliento perdido, agonía desechada, ya nunca más te viviré, lanzo una rosa al viento y sello tu despedida con un adiós.
El Adiós palabra qué no gusta utilizar, palabra qué no quieres recordar salvo en esos sentimientos y momentos negativos que la existencia de la vida suele traer.
Comienza una nueva etapa, aunque en alguna ocasión tenga que volver a ti, no será con reproches, sabiendo que seré yo quien decida cuándo verte y cuando vengas sin aviso comprenderé que comenzará otra nueva era.
Estoy en calma. Conozco tu presencia, la acepto, la comprendo. Posiblemente la madurez facilita tu existencia y produce menos dolor. Entender porque apareces sin avisar alivia tu llegada, aunque contigo se vaya lo que quieres.
Adios, Adios, Adios........nos volveremos a ver, te esperaré firme y con un buen gesto te saludaré, incluso en algún momento te daré la bienvenida para que retires de mí lo que no deba estar. Pero ahora me despido de ti.
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