Capitán de un barco pirata que secuestra mis besos y mis emociones, llévame donde quieras, y hazme tuyo para siempre. Velas ondulantes, timón salvaje que gira mi mundo bruscamente poniéndolo del revés, así vivo nuestro amor, así vivo tu aroma, libre y salvaje, llévame contigo, haz de mí lo que quieras.
Preguntas cómo llegué a tu vida… yo
pirata, tú marino. Aquel día la navegación prometía ser tediosa como en
ocasiones anteriores, pero resultó ser una ruta fascinante. Largas horas de
cocina y personas llenando sus bandejas de comida de calidad dudosa agotaron
las fuerzas del día. Sólo quería dormir.
Acabó mi turno de trabajo. Mi ropa cuasi
blanca, entomatada, especiada de abstinencia, impactó contra ti, oficial y
caballero. Quise morirme al verte mezclado en mi desastre. Cuando me invitaste
a tomar una copa, me sentí pequeño, ruborizado. Había habido hasta entonces
muchas mujeres, pero has sido mi primer hombre. Fíjate si tú también fuiste
inesperado.
Descubriste para mí la travesía al triángulo de tus
bermudas, ruta empapada de misterio, donde quien va ya no vuelve.
